

El libertador, uno de los barrios históricos de la ciudad, no ha sido la excepción en medio de esta coyuntura sanitaria. Los habitantes de este sector manifiestan la preocupación y los efectos del aislamiento preventivo obligatorio.
Pese a las medidas establecidas, las personas cumplen con estos requerimientos, como el uso de tapabocas y el distanciamiento social prudente, aunque algunos no sigan estas instrucciones.
Se espera que las condiciones mejoren, y exista la posibilidad para que los diferentes sectores retomen sus labores bajo unas medidas de bioseguridad, y normalicen sus finanzas.
