


La historia de estos deslizamientos por al parecer una falla geológica, comenzó hace 15 años y con el pasar de los días la erosión se ha ido tragando los cultivos, caminos, amenazando viviendas y cobrando hasta vida humanas.
A pesar de los esfuerzos de arreglar el camino, única vía para tener contacto con la ciudad y poder transportar a lomo de mula sus productos, la inestabilidad del terreno agotó las tareas de mitigación y colmó la paciencia de estos campesinos, que claman para que los gobiernos de Ibagué, el Tolima y hasta la Nación los atienda.
Soledad Orozco, secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural de Ibagué, se comprometió a que en los próximos días visitarán la zona afectada, para generar estrategias que permitan una solución permanente a la comunidad. Por ahora estas familias continuarán transitando por este camino improvisado, arriesgando sus vidas para llevar alimentos a sus hogares o incluso recibir atención médica. PYCNoticias entretanto realizará seguimiento al compromiso de la funcionaria.


