


El colapso de la red principal inició hace más de 8 años. Este problema genera fuertes olores y enfermedades respiratorias. La única solución del Ibal es enviar el vehículo especializado para succionar el agua residual, pero no ha brindado una reparación permanente, según Ingrid Rivas.
En la temporada de lluvias se rebosa el agua residual llegando hasta algunas de las viviendas convirtiéndose en un criadero de sancudos. Este daño se extiende a la manzana J, en donde algunas de las viviendas se están viendo afectadas por la filtración del agua residual.


