




En sesión del concejo de Ibagué, el edil opositor al gobierno Rubén Darío Correa, se despachó contra el alcalde Andrés Fabián Hurtado, por su presunta responsabilidad en la debacle que hoy enfrenta la ciudad como consecuencia de la no realización del Jamming 2022. Correa inicialmente criticó la ausencia del mandatario en el recinto de la corporación y dijo que Hurtado se había ido para Panamá, versión equivocada del concejal, pues el viaje del alcalde a este país será el próximo fin de semana.
A reglón seguido, Correa, en una intervención de más de cinco minutos cuestionó el papel de la administración municipal en el suceso que hoy aseguró se conoce como una “estafa”, y aseveró: “Tenemos que exigir si teníamos por parte de la secretarias responsables, cada uno de los permisos, protocolos y documentos que le exigimos a un empresarios del común, si teníamos los 94 contratos firmados de los 94 artistas que inicialmente arrojaba ese cartel y la autorización de los derechos musicales”, y recordó que estas son las exigencias para que el empresario hubiera podido vender las boletas del certamen.
Al tiempo Correa, quien anunció que citará a un debate exclusivo para este tema, preguntó si “si hubo algún tipo de exoneración de impuestos y que tipo de participación tuvo la alcaldía: patrocinio, convenio o apoyo económico”.
Respuestas
En representación de la alcaldía, el secretario de gobierno Oscar Berbeo, señaló de manera contundente que los ibaguereños pueden tener la absoluta tranquilidad que los permisos estaban en regla, y con carpeta en mano, aseguró tener toda la lista de chequeo para tramitar los requisitos de cualquier espectáculo de este tipo.
“Tenemos todos los permisos de Ibagué, los de los Superintendencia, los del Ministerio de Cultura, los de la Dian, tenemos todos absolutamente todos”, señaló.
Berbeo, agregó que una vez notificado de la suspensión del evento, se trasladó a Playa Hawai, en donde hizo contacto con las autoridades competentes y con uno de los organizadores, el señor Luis Casallas, a quien le exigieron una versión oficial pero que no fue convincente.
“Me pareció un testimonio chimbo, y por eso estamos buscando que a través de una acción administrativa la Superintendencia, logre el bloqueo de la cuentas bancarios o fondos financieros de los organizadores del Jamming Festival de cara a proteger las reparaciones que han de venirse a estos comerciantes, a la gente que compró boletería y hasta el municipio de Ibagué, si así se llagara a determinar”, y agregó que también se avanza en una acción judicial.
Finalmente el secretario manifestó que la Alcaldía no dispuso de recursos económicos para el evento y que todo giró en torno a un apoyo interinstitucional y de promoción de la ciudad.


