




El intolerable olor que permanece en los alrededores de la plaza de la 28, se genera por el taponamiento de colectores y por este hundimiento donde reposan todas las aguas que se origina por el descargue de los vendedores de pescados.
Un problema que lleva varios meses y que fue reportado al Ibal, los malos olores incomodan a los comerciantes y habitantes del sector de la 28
Consideran que en toda una plaza de mayoristas donde se mueve el mercado por el pescado, tenga problema de contaminación por la falta de voluntad del IBAL.
La presencia animales conocidos como chulos es permanente en el lugar y buscan una solución oportuna para acabar con este problema de contaminación ambiental.


