




Ella es Rosabella, mujer de aproximados 60 años y quien vive a las afueras del cementerio San Bonifacio. No se conoce mucho de ella y menos de su familia. Vive de la caridad de los habitantes de la zona.
Jorge Bedoya, la conoce hace 5 años y le ha brindado la posibilidad de quedarse en su lugar de trabajo, pero ella prefiere seguir durmiendo en una silla a la intemperie.
Recuerda, muchos lugares del Tolima que tal vez conoció, pero de su vida prefiere no hablar y tal vez esos secretos prefiere llevárselo a su tumba.
Jorge, hacen un llamado a la Alcaldía de Ibagué para que le brinden apoyo por su condición de habitante de calle y le garantcen un hogar de paso donde le brinden la atención necesaria.
La caridad y bondad de Jorge es el reflejo de las personas de buen corazón de Ibagué, pero que para casos como estos debería ser complementado con la obligación que tiene el Estado las personas mayores.


