




Los niños y jóvenes no pueden hacer uso de la recreación porque se enfrentan a fuertes olores de marihuana y las amenazas constantes de la inseguridad. Jairo Ruíz, es uno de los habitante de este sector, quien asegura que una de las forma de controlar el uso inadecuado del parque es la instalación de una malla para encerrar el lugar.
Una parte del parque es utilizada como ruta de ingreso al barrio Dos Quebradas, y por este mismo camino ingresan delincuentes después de cometer hurtos.
Solicitan al Instituto de Financiamiento, Promoción y Desarrollo de Ibagué, INFIbagué, que generen una pronta visita y solución con el enmallado del parque, y de esta manera combatir la problemática de inseguridad, que día tras día se apodera del lugar de esparcimiento.


