

María es madre de 2 niños, y es una de las 400 docentes provisionales de los municipios del sur del Tolima, que se encuentra protestando frente a las instalaciones de la gobernación del Tolima. Ella y los demás compañeros exigen sus derechos, pues a diferencia de otros profesores padece displasia en la cadera y al quedarse sin empleo también hizo que todo su proceso en cuanto a salud se detuviera.
A pesar de su problema siguió dedicando sus horas a los estudiantes del municipio de Planadas, hasta que hace un año cuando presentó el concurso se quedó sin un cupo para trabajar.
Llevaba más de 21 años dedicada a esta labor y hoy se siente frustrada y preocupada al ser desvinculada del sistema de salud y no poder ser operada.
Hace un llamado a la gobernación del Tolima y a la secretaria de educación para que realicen una investigación frente a estos casos y los vinculen nuevamente a las instituciones en las que trabajaban.