




Un canal de aguas residuales se ha convertido en toda una dificultad para los habitantes del barrio Augusto E. Medina, ya que sus aguas emanan fétidos olores, y esta situación además expresan una situación que se suma al problema del alcantarillado.
Son más de 40 familias las afectadas, y también manifiestan que cuando llueve aumenta la preocupación porque temen que en cualquier momento se puedan caer las viviendas o sino que se presente una emergencia sanitaria.
También, aseguran que desde hace varios años tienen este problema, y hasta el momento la Empresa Ibaguereña de Acueducto y Alcantarillado (IBAL) no les ha dado una respuesta favorable.
Es por este motivo, que solicitan otra vez a la administración municipal que solucione este obstáculo para la comunidad antes que alguien se enferme o posiblemente suceda una tragedia en este sector.


