Han pasado 18 meses desde que la pequeña Eileen Páez, de apenas dos años, fue reportada como desaparecida en el municipio de Roncesvalles. Desde entonces, el caso se convirtió en uno de los más dolorosos y confusos del Tolima. Hoy, pese a que la Fiscalía confirmó que los restos encontrados pertenecen a la niña, la familia aún no ha podido recibirlos ni conocer las verdaderas circunstancias de su muerte.
La denuncia fue hecha por Sonia Rodríguez, abuela paterna de la menor, en una entrevista en la que dejó al descubierto la frustración, el dolor y la impotencia que vive la familia ante la inacción de las autoridades.
“Ya está comprobado que son los restos de la niña, porque les tomaron la pre-ADN y está confirmado. Pero esta es la fecha en que no nos han entregado nada”, aseguró Rodríguez, visiblemente afectada.
Según explicó, la comunicación con la Fiscalía ha sido intermitente y confusa. La fiscal encargada del caso incluso le habría respondido que estaba de vacaciones, lo que retrasaría aún más el proceso de entrega de los restos óseos, que actualmente estarían en Pereira.
“Solo queremos darle cristiana sepultura y que se haga justicia”
Lo único que la familia pide, según la abuela, es poder despedirse de Eileen con dignidad y que el crimen no quede en la impunidad. La falta de respuestas concretas ha mantenido viva la herida.
“Estamos esperando que nos entreguen los restos para darle cristiana sepultura. Solo pedimos que se haga justicia”, expresó entre lágrimas.
Sospechas, omisiones y una justicia lenta
La tragedia de Eileen Páez no solo deja preguntas sobre el crimen, sino también sobre la falta de prevención. Según la abuela, desde antes de la desaparición ya habían alertado a Bienestar Familiar y a la Fiscalía sobre los riesgos que corría la menor cuando fue llevada por su madre y el padrastro.
“Nosotros fuimos a la Fiscalía y a Bienestar Familiar a pedir que no se la llevaran, porque ya había rumores de que el señor era mala persona. Pero no nos escucharon. No hubo apoyo. La niña ya no volvió”, relató.
Actualmente, el padrastro se encuentra detenido, aunque no por homicidio, sino por violencia intrafamiliar, según la información que ha recibido la familia. La madre de la menor, que estuvo detenida temporalmente, permanece en libertad bajo detención domiciliaria desde que fue capturada embarazada.
Un padre destrozado y una abuela que no se rinde
La abuela también habló sobre el profundo impacto emocional que ha sufrido su hijo, padre de Eileen, desde la desaparición de la menor.
“Mi hijo está muy afectado. Con la esperanza de que la niña apareciera con vida… fue una situación muy dura. La niña se crió con nosotros, aquí aprendió a caminar. Era una niña alegre, muy inteligente”, recordó con la voz quebrada.
A pesar del tiempo transcurrido, la familia no ha recibido información oficial sobre las causas de la muerte ni sobre el avance real de las investigaciones.
“No nos han dicho nada. Todo ese tema ha sido muy reservado. Supuestamente a mi hijo le iban a informar directamente, pero a nosotros no nos han comunicado nada”, señaló Rodríguez.
Clamor de justicia en medio del silencio institucional
La familia Páez Rodríguez aún espera respuestas. Mientras la Fiscalía no entrega los restos ni revela los hallazgos de la necropsia, el caso de Eileen sigue siendo una herida abierta que clama por justicia.
“Me le arrebataron la vida a la niña. Era la alegría de nuestra casa. Que paguen, que respondan. Eso es lo único que pedimos”, concluyó la abuela.
