
A través de un video publicado en la red social TikTok, el nadador tolimense Federico Avendaño, integrante de la Selección Colombia, realizó una contundente denuncia pública sobre el lamentable estado de las piscinas de la 42 con Quinta, uno de los escenarios deportivos más emblemáticos de Ibagué. A pesar de haber sido inaugurado oficialmente hace un mes, el complejo permanece cerrado, presenta múltiples fallas técnicas y no ha podido ser utilizado por los deportistas locales. Lo más grave: la obra tuvo una inversión pública que superó los 20 mil millones de pesos y fue protagonista de un escándalo de corrupción que mantuvo su construcción paralizada durante más de una década.
“Durante estos 30 días hemos tenido la oportunidad de entrenar cero veces”, afirma el deportista al comienzo del video, mientras camina por las instalaciones vacías. Con un tono entre la indignación y el sarcasmo, agrega: “Menos mal lo hicimos posible, ¿no?”, en referencia al discurso oficialista que celebró la entrega del escenario como un logro de la administración.
El complejo acuático formaba parte del paquete de obras destinadas a los Juegos Nacionales de 2015, pero terminó siendo uno de los íconos de la corrupción en Ibagué. Durante años estuvo abandonado tras descubrirse una red de contrataciones fraudulentas que involucró a funcionarios públicos y contratistas. A pesar de los múltiples intentos por reactivar su construcción, el proyecto solo logró reanudarse tras procesos judiciales y reestructuración contractual. Finalmente, con una inversión superior a los 20.000 millones de pesos, la obra fue declarada “terminada” y entregada en un acto protocolario en abril 25 de 2025.
Sin embargo, Avendaño denuncia que el escenario sigue sin estar listo para su uso real. Según afirma en el video, el Instituto Municipal para el Deporte y la Recreación de Ibagué (IMDRI) aún no ha recibido formalmente el complejo porque presenta defectos técnicos. “La piscina no está terminada. Según lo que me cuentan, el IMDRI no la ha querido recibir porque está mal hecha”, asegura.
En su testimonio, el nadador también describe el caos vivido durante el único evento en el que las piscinas fueron utilizadas recientemente: el Campeonato Tiburón Dorado. Relata que los baños no estaban habilitados, algunos permanecieron cerrados durante toda la competencia, y que no hay espacio adecuado para instalar los banderines de espalda, elementos imprescindibles para pruebas oficiales. “Durante esos tres días todo fue un completo caos. O estaba abierto uno y el otro estaba cerrado, o los dos estaban cerrados”, recuerda.
Más preocupante aún, el escenario será sede del Campeonato Nacional Interligas en menos de 20 días, evento organizado por la Federación Colombiana de Natación, que reunirá a los mejores nadadores del país. Avendaño advierte que, en su estado actual, las piscinas no ofrecen garantías mínimas para albergar una competencia de esa magnitud. “En 20 días llegan los mejores nadadores del país a este escenario a competir… y la piscina no está terminada”, enfatiza.
Finalmente, el deportista hace un llamado a la ciudadanía, los medios de comunicación y las autoridades competentes para que investiguen qué está ocurriendo con este millonario proyecto. “Esa parte de la investigación se la voy a dejar a ustedes”, concluye en su video, que rápidamente comenzó a circular por redes sociales.
La denuncia de Avendaño revive las alarmas sobre la infraestructura deportiva en Ibagué, ciudad que sigue arrastrando las consecuencias del desastre de los Juegos Nacionales de 2015. A pesar del tiempo y los recursos invertidos, los deportistas siguen enfrentando escenarios cerrados, promesas incumplidas y una institucionalidad que parece más comprometida con las inauguraciones simbólicas que con soluciones reales.