Inicialmente, en juvenil varones, Colombia y Canadá se jugaron la vida en el piso de ice court, dinámico, muy intenso y de gran calidad. El cuadro de la hoja de maple se fue en ventaja 0x2 con doblete de Brandon Hesse, silenciando la tribuna, pero la reacción del quinteto cafetero no se hizo esperar.
En una noche casi perfecta, Juan Calderón puso el empate a dos tantos por bando antes de finalizar la primera parte, lo que hizo aún más vibrante la complementaria. El quinteto canadiense, enchufado y con mucho arrojo, volvió tomar ventaja con tanto de Liam Wilde, tras una magistral asistencia de Hunter Harringa.
Faltando un minuto y 35 segundos para acabar el juego, llegó el merecido empate para Colombia, tras una habilitación de Santiago Polanía para el tercer tanto en la cuenta de Juan Calderón. Locura total. Pero como en el hockey el tiempo es tan valioso y el juego solo se acaba cuando grita la chicharra, faltando 0.2 segundos… si, apenas 20 centésimas de segundo, Brayden Smith recogió un disco suelto frente a la portería colombiana y pegó un tiro cruzado que se anidó en las piolas de la portería cafetera. Golazo para título panamericano canadiense, 3×4, faltando solo una exhalación. 
Si la de los juveniles fue una final emocionante, la de las damas acabó con las uñas de medio coliseo. Colombia y Estados Unidos llegaron a una final muy pareja, a pesar del triunfo local 1×0 en primera ronda, las finales son a otro precio, y las chicas de las barras y las estrellas estaban dispuestas a dejar el alma en la cancha. Fue un juego de ida y vuelta, con acciones muy cerradas, discos en los palos y atajadas fantásticas por parte de las goleras de ambas escuadras. Estados Unidos se puso en ventaja con acción personal de Sydni Alexis Taft, para ir así al descanso. Apenas a los dos minutos de la complementaria, Luna Umaña aprovechó una habilitación de Mariana Escobar para emparejar las acciones.
Tori Pizzuto, una de las más importantes jugadoras estadounidenses, puso de nuevo al cuadro norteamericano en ventaja sobre el minuto 14 de la complementaria, poniéndole dramatismo al juego. Pero, una vez más, cuando parecía victoria estadounidense, llegó el empate colombiano faltando 14 segundo para el pitazo final, con un golazo de Juliana Díaz, obligando a ir al ‘over time’.
Ya en el tiempo extra, Colombia arriesgó, adelantó sus líneas, jugó en zona, incomodó al rival y lo hizo equivocar al punto de mandar a dos jugadoras estadounidenses al banco de castigo por sendas infracciones, lo que aprovechó muy bien el cuadro tricolor a través de un soberbio golazo de Luna Umaña, de media distancia, que no pudo ver la golie norteamericana. Gol de oro y título para Colombia.
Pero faltaba la cereza del postre, el juego para dirimir el título de la categoría élite, los mayores varones. ¿Los protagonistas? Otra vez Colombia y Estados Unidos. Dos equipazos, poder a poder, que la gente se gozó desde la tribuna y donde los equipos dejaron el todo por el todo en la cancha. Estados Unidos impuso sus condiciones y muy temprano, apenas a los 16 segundos, marcó el primero con Ryan Marker, el MVP del campeonato, gol casi de camerino que pegó en el mentón del cuadro cafetero. Aun así, los tricolor igualaron con Juan Sebastián Sánchez para ir así al descanso con la igualdad en el tablero.
En el complemento el quinteto de la unión americana vacunó dos veces a través del propio Ryan Marker, dando tranquilidad transitoria a su equipo. Pero con lo que no contaban el profesor Dave Marmorstein y sus muchachos, era con la valentía y el hambre de triunfo del quinteto local, que por intermedio de Julián León y Mateo Jiménez, este último faltando 14 segundos para finalizar el encuentro, igualaron las acciones y obligaron a jugar el extra-tiempo.
Ese tercer tanto del equipo colombiano, fue fruto del trabajo táctico, que en los últimos dos minutos sacó al portero e incluyó un hombre más en la cancha para hacer superioridad numérica. Hasta ese minuto lo hecho por el cuadro colombiano ya tenía tintas especiales.
El tiempo extra, al igual que el juego de la rama femenina, dejó enseñanzas sobre lo concentrado que se debe estar en el juego. Solo 48 segundos del tiempo extra fueron suficientes para que Aydin Schwetz, capitalizara una buena habilitación de Devin Cheiro para anotar el gol de la victoria, que, de paso, representó el título para el quinteto de las barras y las estrellas.
Partidazos, dignos de una final continental, que avizora lo que será la presentación de estos seleccionados en el campeonato del mundo de la especialidad, que se jugará en Rocarasso, en Italia, desde la última semana de agosto.
Ahora el turno será para los clubes, los cuales jugarán desde este miércoles 7 hasta el sábado 10, su Campeonato panamericano en categorías open masculina; más hockey, más emociones, todo en el Coliseo Mayor de Ibagué con entrada gratuita.
