En las últimas horas, la muerte de un joven en una celda de la estación Norte de la Policía Metropolitana ha suscitado una intensa controversia y ha llevado a la apertura de dos investigaciones: una disciplinaria por parte de la Policía y otra judicial por parte de la Fiscalía General de la Nación.
Según declaraciones de la Policía Metropolitana, el caso se clasifica como un posible suicidio. Sin embargo, la familia de Stiven Vaquero, un joven de 20 años que trabajaba como domiciliario y tenía algunas anotaciones judiciales, sostiene que las circunstancias son diferentes y sugieren que pudo haber sido víctima de un ataque por parte de los policías de turno.
Por el momento, no se ha emitido un reporte oficial de Medicina Legal. La alcaldesa de Ibagué, Johana Aranda, también ha hecho un llamado para que se esclarezcan los hechos, destacando que en la estación solo se encontraba el joven y que no hay cámaras de seguridad que puedan ayudar a clarificar lo sucedido.
La comunidad espera respuestas rápidas y transparentes sobre este trágico suceso.