Con humedad y sin energía eléctrica, se encuentra la caseta comunal del barrio Clarita Botero, un lugar muy importante para la comunidad, pues en el mismo se realizan diferentes actividades, como talleres del Sena, programas del ICBF de alimentación a la mano y demás procesos que están riesgo de perderlos por el estado de abandono en el que se encuentra la estructura.
Olga Helena Gómez, como presidenta de la junta ha solicitado varias veces la intervención, pero en la administración anterior no se logró una respuesta; resaltó que en el segundo piso queda la biblioteca pública y un puesto de atención del acueducto comunitario.
Lleva varios años en estas condiciones, y esperan que la nueva administración si los escuche y los tenga en cuenta para los proyectos que vayan a adelantar para los salones comunales.
Como presidenta y junto algunos habitantes han logrado adelantar algunas obras; por ejemplo, la instalación de un sanitario en el segundo piso, pero los recursos no son suficientes para todo lo que hay que hacer debido a los años y la indiferencia estatal a la que ha sido sometidos.
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