Geraldine Bravo, presidenta de la junta de acción comunal del barrio Alberto Santofimio, llevan varios meses denunciando la situación que están viviendo por la ruptura del tubo principal del alcantarillado, donde el agua residual está cayendo directamente al río Combeima.
Desde el año 2019, cuando pasó la creciente del río esta fue una de las consecuencias y desde entonces han gestionado decenas de solicitudes, pero no les dieron solución, incluso ya ganaron una acción popular.
Los olores son insoportables y la propagación de zancudos es mayor, pues parte de la población son niños y adultos mayores. A esto se le suma que son varias las viviendas aledañas al daño de la tubería.
Solicitan a la alcaldesa Johana Aranda, que visite el sector para que conozca la situación actual del lugar y así mismo a las entidades como el Ibal que son las responsables de recuperar la tubería atienda de una vez esta emergencia sanitaria.
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